SUICIDAS EN POTENCIA

 Poema de la plaquet "Hipotetico Caos", también publicado en el número 13 de la revista Lenguaraz, invierno del 2008


Somos los "pobre diablo" de este mundo
los que buscamos en el rincón, en la equina,
entre las hojas de los libros olvidados, bajo la almohada,
en las goteras del techo, tras la ventana.

¿Y qué buscamos? Es algo incierto,
no es el amor, ni el sexo,
el éxito, el dinero, la gloria,
la felicidad, la vida eterna.
Nada, es todo lo contrario:
busacmos lo indecible que se cifra en cualquier mente,
el terro de la gente, la religión del pasado,
el sentir más infame, el último, el extasis,
el fin, la muerte.
Nos tientan las ventanas, los cuchillos y los puentes.
Jugamos rayela y canicas a balazos,
dejamos girar la perinola esperando el "todos mueren",
en lotería apostamos siempre a "el diablo" y  "la muerte".
Metemos autogoles, perdemos las peleas,
golpeamos la pared en vez del rostro.
Somos peces, nos gusta nadae hasta la costa,
salir a flote y respirar, tomar mucho aire,
tanto hasta que revienten nuestras branquias.
Somos un cigarro entre los dientes,
que alguien intenta prender bajo la lluvia
y se deshace entre los dedos, convirtiéndose en puchero.
Somos colibríes,
nos gusta languidecer la velocidad de nuestras alas,
ir batiendo cada vez más lento,
desafiar la altura y la gravedad por un instante,
sentir el terror de la caída libre.
Somos poemas sin terminar,
que se quedan entre la frase más hiriente y la metáfor inaudita.
Poemas con palabras "fuertes", improperios, maldiciones,
poemas que dicen: ¡puta madre!,
poemas que rajan, poemas que mienten,
poemas que sangran cada letra
formando charcos de palabras
que coagulan sobre un papel arrugado.
Somos suicidad en potencia,
buscamos gatos negros en la esquina
para colgarlos en el tendedero
y aplacar así nuestra mala suerte.
Rasgamos nuestros ojos entre sueños,
cortamos nuestras manos,
anudamos nuestras venas,
ansiamos el grotesco espectáculo
de la sangre propia derramada.
Somos suicidas en potencia,
dejamos que se cuele el infortunio
por nuestra narices,
buscamos la tragedia,
la crisis, las depresiones.
Somos suicidas en potencia, en potencia,
por eso también somos poetas,
porque el mundo nos lastima y le correspondemos,
porque no podemos estar tranquilos,
porque estamos inconformes con todo,
con la vida.
Somos suicidas en potencia, en potencia,
y escribimos porque jamás,
jamás hemos de morir.

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